miércoles, 2 de diciembre de 2015

Carta

Sweetheart, si te cansaste de nosotros no luches más conmigo.  No me regales más tus ojos, no me des más tu mano. Tu frialdad ha terminado de agrietar nuestro presente. No voy más contigo a donde nos gustaba estar: tu cabeza  apoyada en mi hombro y mi beso en tu frente.

Este es mi hasta siempre: no quiero volver a tu mirada.
 ¿Nunca te cansarás de darme soledad?

Carta


Sweetheart, he pasado de escribir mil cartas de amor a quedarme con la pantalla en blanco. Ya no quiero hablar de ti, quiero no pensar, no quiero pensar.
Mi furia sobre ti, sobre nosotros se desliza como melancolía. Es un domingo por la noche y tú cortaste nuestra conversación ahora estás, y yo no.
Todo lo que necesitaba era mandar una señal de auxilio a tu perfecta indiferencia. A tu mirada calculadora, al rictus de tus labios; pero me cansé de luchar por nosotros. Tu tiempo y mi tiempo no son compañeros, tu corazón siempre fue una naranja helada y tus palabras  de amor tenían medida verdad. Qué triste fue, como dijo el poeta, ir a tu corazón y hallar un hielo.

Pero Sweetheart, tu nombre siempre me va a significar nieve y  luz. Yo te voy a amar eternidades.