Vestigios
de Cristo y de los Santos en el convento de Santo Domingo
El Templo de Santo
Domingo, construido en el siglo diecisiete, destruido en parte por los terremotos que ha sufrido nuestra
ciudad y restaurado en varias ocasiones,
además de ser un lugar de oración
para los fieles católicos, forma parte también del circuito turístico
del centro de Arequipa debido a que es una obra arquitectónica de gran valor y
belleza.
Un incalculable tesoro
para el pueblo católico se custodia precisamente en este lugar. Se trata de una
pequeña astilla de la cruz verdadera de Jesucristo o Lignum
Crucis. El prior del convento de los frailes dominicos refiere que aunque
no se sabe con exactitud la fecha en la que llegó la reliquia, se presume que
fueron los mismos padres dominicos quienes la trajeron hasta nuestra ciudad
hace más de cinco siglos.
Las personas encargadas
de custodiar y sacar en procesión esta reliquia durante la Semana Santa, desde
el año mil setecientos, fueron los miembros de la cofradía de la Lignum Crucis. Actualmente los Viernes Santo
de cada año los hermanos del Santo
Sepulcro son quienes sacan en solemne
procesión desde el templo de Santo Domingo hasta la Plaza de Armas esta pequeña
astilla de la cruz donde murió Jesús,
junto a la imagen de Cristo del Santo Sepulcro, hecha en Cuzco durante
la época colonial.
Por otro lado el
reverendo padre prior del convento cuenta que existe una propuesta para hacer
que el templo de de Santo Domingo se convierta a la vez en un museo ya que la Lignum Crucis no es la única reliquia que se conserva en este
lugar, se conservan también restos óseos de algunos santos como Santo Tomás de
Aquino. Con la implementación de un museo estas y otras joyas de la Iglesia
Católica podrían ser puestas en exhibición para que tanto fieles como turistas las
visiten, esto permitiría incrementar la fe del pueblo y también se promovería
así el reconocimiento del patrimonio cultural y religioso que alberga nuestra
ciudad y que pasa desapercibido por el desconocimiento de la población.
Asimismo, cuadros tanto
de la Virgen María como de santos dominicos, de gran valor artístico que datan
del siglo dieciocho, son conservados en este templo y el padre prior insiste en
que estos deberán ser restaurados e invoca a las autoridades para que se
gestione cuanto antes la puesta en mantenimiento de estos lienzos que con el paso del tiempo se van
deteriorando, ya que los frailes de Santo Domingo no cuentan con los medios
necesarios para poder restaurar estos cuadros, debido a que los ingresos
generados tanto de la Radio San Martin, como del Ceptro San Martin de Porres,
son destinados a obras de caridad. Además,
como ya es de conocimiento general, hace algunos años fueron robados otros
cuadros de templo y siguen los largos trámites con el INC para que estos sean devueltos a la Iglesia.
Finalmente el prior
informa que las vocaciones sacerdotales y religiosas son importantes porque ayudan a la edificación de la Iglesia
ya que las personas que se consagran ponen su vida al servicio de Dios y del
prójimo promoviendo también la lucha los actuales males de la sociedad con un
estilo de vida santa que todos estamos llamados a vivir desde nuestra
cotidianidad tanto en los estudios, el trabajo y sobretodo en el matrimonio y
la familia. Este padre dominico nos pide a todos y sobretodo a los jóvenes, reconocer el valor humano y a administrar las
riquezas que recibimos de Dios, es decir nuestra propia vida, no dejándonos
llevar por las distracciones de las redes sociales que ya están afectando la
convivencia social en muchos ámbitos y generando con mayor intensidad problemas como el aislamiento y la falta de
comunicación de padres a hijos.
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