Escritor
norteamericano y maestro del cuento fantástico moderno, nació en 1809 en Boston. Fue un precursor del
relato detectivesco en Estados Unidos, su obra influyó más tarde en la producción literaria de
Baudelaire, Dostoyevski, Faulkner, Kafka, Lovecraft, Borges, Cortázar, entre
otros.
Dejó
como legado no solo sus obras sino su
estilo. Edgar Allan Poe ha marcado un hito en la historia de la Literatura
universal y del arte en general pues hasta la fecha la mención de su nombre no
solo se relaciona con sus relatos de terror
sino también con adaptaciones cinematográficas y teatrales de su obra, con pintura y música que
ha recogido la influencia de este popular escritor sobre el que nunca se
acabarán los temas de debate.
Es
autor de cuentos de terror, metafísicos,
grotescos, sobrenaturales, analíticos agrupados en Cuentos de lo grotesco y arabesco y en la recopilación Historias extraordinarias a cargo de Baudelaire. La narración de Arthur Gordon Pym fue su única novela publicada.
Poe
también se dedicó al ensayo, Eureka
es una recopilación de sus trabajos monográficos sobre cosmología. Por otro
lado su poesía se encuentra en Tamerlan y
otros poemas, su primera publicación.
Falleció
en 1849 a los cuarenta años en Baltimore.
Si
bien es cierto que los temas recurrentes en los cuentos de Poe reflejan las
obsesiones y contradicciones del modus
vivendi del famoso escritor norteamericano que se manifiestan en sus
melancólicos y neuróticos personajes masculinos con una particular visión de la
vida, son los personajes femeninos los que están siempre cargados de una
belleza misteriosa y fatal que conduce a la locura a los protagonistas. En Narraciones
extraordinarias no faltan los cuentos en los que el rol femenino redunda en
este aspecto. Morella y Berenice, son dos ejemplos pertinentes
para sostener esta idea.
Una
figura femenina de belleza sobrenatural y notable juventud será el patrón común
en estos dos relatos. Por un lado Berenice, prima de Egeo, el
protagonista; es una mujer que
alejándose de la casa familiar, disfruta de paseos por los paisajes
colindantes a su mansión, mientras que
su primo prefiere la oscuridad de una biblioteca donde se encierra a leer y
meditar. Cuando Berenice cae enferma, como si estuviera conectada con Egeo,
este también sufre un deterioro mental, mientras el de ella es físico. Tiempo
después la joven se presenta ante él transformada, sin razón aparente, en
cuanto a la expresión de sus ojos y el color de su cabello, además son sus dientes el motivo de obsesión y locura
que absorben a Egeo y más tarde, tras la supuesta muerte de Berenice, lo
empujan a desenterrar su cadáver y extraerle los dientes.
La
figura sobrenatural de Berenice, que se corresponde con el ideal de belleza
romántico, es similar a la de Morella, joven de naturaleza enigmática que atrae
al protagonista con su erudición y
afición sobre temas de teología y panteísmo pero que luego, de nuevo, sin
razón, le resulta imposible tolerar el tacto de sus dedos de
frialdad cadavérica antes de anunciar su propia muerte y sugerir su
reencarnación en su hija.
Son
las manos, los ojos, los dientes o la piel las partes del cuerpo femenino sobre
los que reincide Poe, dotando así a sus personajes de una belleza sublime e
inmortal pero a la vez macabra y, por supuesto, sin ninguna alusión a la
sexualidad del cuerpo de la mujer. Son
estas cualidades, notables en Berenice y Morella las que desvían la pasión y la
razón del amante que sucumbe ante ellas.
Bibliografía
Reyes,
Miriam: Las mujeres de Poe.Universidad Veracruzana de México. 2006
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