miércoles, 4 de julio de 2012

XII.


Cansado de luchar contra tus demonios,
Te rindes
No respiras aire puro
Te han olvidado
Y  no puedes reconocer en el espejo
                                      tu espectro gris
Ya no eres como el agua transparente
Escondes algo y
Estas enfermo
Te hace falta otro cigarrillo,
El último, juras.
Ya no puedes recordar el nombre de tus amigos,
¿Acaso te queda alguno?
Y no te conmueve tu madre llorando
Más morfina, por favor.
Ya las sustancias no pueden curar tu mente desquiciada
Arrastras tu cuerpo a un extremo de la cama,
Para vomitar sangre y dolor, sangre  y dolor
Empiezas a morir.
Y el tiempo está de más
Ya no puedes dar las gracias
¿a quién?
Ya no te queda más vida
Y deseas haber dado el amor que te guardaste
Te reprochas:
Tu egoísmo
Tu inmadurez
Tus gritos
Tus vicios
Toda tu violencia
El dolor te ciega y enloquece
¿Repentino arrepentimiento
                              Antes de la muerte?
No hay nadie a tu lado
Nadie a quien  pedir perdón
Pero una mano te toca…
Y recuerdas:
Alto contenido de violencia y sexo
Perversión  y enajenación mental
Sobredosis
Semen por todas partes,
Sangre y saliva
Sudor frío
fiebre
Y una voz:
 Tú también eres mi hijo amado
Aquí hay un lugar con tu nombre,
Pero no olvides ser bueno
Entonces  tienes tu segunda oportunidad.


                                                                    

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