J.

Le pone números a esos que no parecen poemas

sus redes sociales están desiertas

y no le alcanza para dar explicaciones

-es que se deshizo de muchos y de muchas-

(hasta de una hermana un tanto pervertida)

No tiene idea de cómo usar correctamente

                             algunos  signos de puntuación

y ha complicado demasiado sus personajes

que ya no sabe cómo continuar la historia

                          que empezó en Microsoft Word

tiene fotos que son cientoporuno vanidad

intercambia medias

y nunca lleva los zapatos correctos

se mira mucho al espejo

pero nadie se da cuenta.

Muy temprano por la mañana

podría pasar por hippie con ese pantalón y la trenza

porque además siempre anda despeinada.

Si la casa está sola

canta, canta como si le saliera la voz

y se ríe

y es capaz de llorar

y olvidó algo que se llama vergüenza

pero trata de ponerle la mejor cara que tiene

 a este puñetero mundo

porque dejó los insultos y su bocabonita ya no maldice

ama la música en  tres y cuatro  idiomas

 por ahora.

Conocer a Dios le cambió la vida

(por eso quienes la conocen la toman por loca)

y

cree en el amor

cree demasiado en el amor

                         y lo espera

toma fotos, se toma fotos

algunas con efectos especiales monocromáticos

y es esquiva, poco comunicativa y en cierto modo

                                             asocial y ablucionista

sabe que nunca va a iniciar una conversación

y menos dará el primer paso

aunque busca excusas para mirar de lejos  

                                a ese tipo tan atractivo

ya pidió perdón

ya perdonó

ya la perdonaron

la gente sigue creyendo que ella está loca

                                    o es muy estúpida

y quisiera decirles a todos que es muy feliz

porque realmente lo es.