CATEDRAL AREQUIPEÑA
Es
importante que todos quienes vivimos en Arequipa y no solamente los turistas,
reconozcamos y valoremos el patrimonio cultural de nuestra ciudad. En esta
ocasión presentamos una reseña sobre la Catedral de Arequipa y su museo para animar a nuestro público lector a
visitar esta Basílica y también participar de un recorrido guiado por las
instalaciones de nuestro Templo Mayor, el Museo de la Catedral, las torres y los campanarios.
El Museo
de la Catedral abre sus puertas de lunes a sábado desde las diez de la mañana
hasta las cinco de la tarde y por el precio de diez soles todos los interesados
podrán participar de una experiencia inolvidable que les permitirá conectar el
pasado histórico y religioso de la ciudad con nuestro presente, admirar reliquias,
cuadros y la belleza arquitectónica de esta magnífica construcción de sillar,
así como tomar conciencia sobre la importancia de la fe en la vida diaria.
La Catedral de nuestra cuidad, construida en 1544,
inicialmente fue una pequeña capilla dedicada a San Pedro pero luego fue
edificada de tal manera que pudiera albergar una cantidad mayor de fieles.
En 1844 fue destruida por un incendio pero la familia
Goyeneche donó una gran cantidad de dinero para la reconstrucción de la
Catedral que entonces fue erigida con un estilo neoclásico.
El Altar Mayor
Diseñado por Felipe Metavel y donado por la familia
Goyeneche en 1892, actualmente solo se celebran misas frente a este altar en
ocasiones especiales.
Nacimiento
a lo arequipeño
En el interior de la
Catedral, todos los años a finales de noviembre es armado un nacimiento con
piezas de tamaño natural hechas de fibra de vidrio, este nacimiento fue
confeccionado por un artista arequipeño cuyo nombre permanece en el anonimato. Lo
interesante de esta decoración navideña
es que además de representar la escena de la venida al mundo de nuestro
Salvador, está constituido por objetos propios de Arequipa como un jarrón de chicha y una canasta de frutas. El
público puede acercarse por las tardes a apreciar este nacimiento.
El Púlpito
Esta pieza de madera fue tallada en 1879 en Francia
por el artista Charles Boussin y donada a nuestra Catedral por Javier
Lizárraga, quien pagó treinta mil francos o dos millones de euros, para adornar la Basílica Menor de Arequipa.
Muchos se preguntan porqué la imagen del diablo es
la que más resalta en este púlpito, la respuesta es simple, basta con dar una
mirada general a toda la pieza de madera para darse cuenta que esta es una
representación del triunfo del bien sobre el mal, ya que la imagen de
Jesucristo pisotea al demonio justo debajo de sus pies.
Este púlpito hasta 1965 era usado por los sacerdotes
para las homilías, pero a partir del Concilio Vaticano II, se estableció que
para evitar proyectar superioridad,
estos servidores deberían dar sus sermones frente a los parroquianos.
Capilla del Señor del Gran Poder
En esta capilla, dedicada al Cristo Moreno o
Señor del Gran Poder cuya imagen es
sacada en procesión cada Semana Santa; se realizan misas todos los días a las nueve de
la mañana.
Órgano
Este gran instrumento musical figura entre los
diez más grandes del mundo. Fue hecho en 1852 en Bélgica y también fue donado por la familia Goyeneche
en 1854. Tiene 1400 tubos, mide 12 metros y en la parte superior está decorado por las
estatuas del Rey David y dos ángeles trompeteros. En ocasiones muy especiales
este gran órgano es tocado pero no a su máxima potencia ya que el ruido
producido podría destruir los vidrios del templo.
Las
torres y las campanas
Las campanas de nuestra Catedral
son del siglo XVII y XIX, fueron hechas en Arequipa en las fundiciones Vargas y
Cáceres. La Cáceres, que pesa cinco toneladas, reemplazó a la anterior campana
Monteruga, usada para hacer balas durante la guerra con Chile.

Ambas campanas están conectadas a
un circuito que hace que suenen cada quince minutos sin embargo semanalmente un
relojero experto las sincroniza por medio de este sistema electrónico.
Curiosidades
Las imágenes de los doce apóstoles que decoran este magnífico
templo están hechas de madera y han sido
recubiertas con miel para lograr un brillo especial.
Nuestra
Basílica tiene cuatro entradas, se dice que la puerta que lleva al pasaje de la
Catedral fue hecha especialmente para que un alcalde que vivía a espaldas del templo no tuviera que dar toda la vuelta
para ingresar a él.
La Catedral de Arequipa fue declarada Basílica
Menor en 1942 ya que cumplía con los parámetros arquitectónicos necesarios. En
Sudamérica solo existen cien iglesias de este tipo.
MUSEO DE LA CATEDRAL
Hace
ya dos años que el Museo de la Catedral arequipeña abre sus puertas para el
público. En varias ocasiones delegaciones de colegios de niños pobres han entrado a este museo pagando la sexta
parte del valor de la entrada ya que la administración se solidariza con quienes no tienen dinero
para pagar los diez soles de la entrada.
Los
estudiantes que presenten su carnet universitario así como los ancianos solo
pagan la mitad de la tarifa general. Por otro lado el 80% de los ingresos está
destinado para la manutención de albergues.
Invitamos al público arequipeño a visitar el Museo de
nuestra Catedral y felicitamos la labor de sus trabajadores en
especial a la directora Susana Lizárraga y a Miguel Gamarra, el guía que amablemente nos condujo por la
Catedral haciéndonos volver en el tiempo.
PRIMERA SALA
Un milagro eucarístico se custodia en el Museo de
la Catedral, se trata de un copón que en el incendio de 1868 no se quemó y
tampoco las tres hostias consagradas que contenía.

Cruces del siglo
XVII talladas en ébano y marfil,
estatuas de la familia de la Virgen
María —piezas de la escuela
cusqueña fabricadas con maguey— retratos de obispos, un depósito eucarístico, magnífica pieza de plata
que está en la ciudad desde 1750; un
pelícano, también de plata —símbolo importante para el catolicismo puesto que
esta ave representa el amor y el sacrificio de
Jesucristo ya que el pelícano se pica el pecho y de su cuerpo y sangre
alimenta a sus crías cuando estas no tienen nada que comer— son expuestos en el museo y todo aquel
que lo visite podrá apreciar también una
custodia de oro y plata —hecha en 1850
por el orfebre de la reina Isabel II, traída a la Catedral por el arzobispo Goyeneche
y llevada en procesión todos los años
por la fiesta del Corpus Christi— además de otras magníficas reliquias de la
Iglesia Católica que están expuestas en la primera sala del museo.
SALA LAZO
Llamada así por el artista Francisco Lazo, pintor
de los cuadros expuestos de los cuatro evangelistas en 1857. En esta habitación están los
libros que registran los matrimonios y
bautizos celebrados en la Basílica Menor desde el siglo XVII, por ejemplo el de
Francisco Bolognesi con Josefa Cervantes;
así como libros de cantos gregorianos y la bula de nombramiento del
fallecido obispo Vargas de Somocurcio escrita en 1980 por Juan Pablo II.
En otra sala están las vestimentas de las antiguas autoridades
eclesiásticas y demás objetos en desuso.