lunes, 9 de septiembre de 2013
lunes, 19 de agosto de 2013
AMOUR: cuento
Aparecen los
créditos en letras blancas sobre el habitual fondo negro. También aquí ha
oscurecido. La sensación final es la de un sabor extraño, como de nostalgia, como
si esa fuera mi historia: el anciano le sujetaba una mano y cuando terminó de contarle
un episodio de su niñez casi saltó sobre ella, cogió una almohada y ejerció
presión. La cámara muestra el movimiento violento de una pierna que parece
intentar defender la fragilidad de aquel cuerpo. Luego deja de moverse, él se
incorpora y contempla el cadáver bajo las frazadas. Finalmente enloquece.
En otras
ocasiones habría apagado el monitor tras extraer el cd y habría continuado mi rutina, pero ahora no es tan simple. Esta
vez ha sido más bien como ser sorprendido en plena fase de sueño profundo
por alguien que, imitando ese gesto,
hubiera cogido una almohada ejerciendo presión sobre mi cabeza. Entonces
seguramente mi cerebro ordenando a mi cuerpo una inmediata acción de defensa,
también fuera asfixiado por la frustración de la inmovilidad de mis
extremidades engañadas por la parálisis del sueño. Terrible.
Afuera es una
tarde normal pero he decidido alterar un poco la rutina. Para eso apago el
celular y me olvido del mundo. El plan es pasar una tarde de placeres relegados
por el peso de una tesis apenas comenzada. En el escritorio se apilan unos
cuantos libros que he deseado leer desde hace mucho, pero decido -buscando una
dosis extra de drama, supongo que para reemplazar las emociones propias o para
cambiar la perspectiva de la cotidianeidad- explorar el cajón de las películas. Una me llama especialmente la atención, entonces
me acomodo entre mi desorden y a
continuación, sin mucho esfuerzo, consigo
sumergirme en la trama buscando pistas, descubriendo signos, poniéndome
en la piel de los personajes. Cuando termina logro quedarme con una sensación
al final de la historia. Esta vez ha sido fuerte.
Tengo veintidós,
soy de esas personas extremadamente sensibles y ciclotímicas, no creo que
exista relación entre ambas condiciones, pero si me preguntan diría que prefiero
a Sísifo en lugar de Hércules. No voy a
salvar al mundo, probablemente tampoco cambie ninguna vida, de hecho sueño
constantemente habitar una cabaña en medio del bosque, lejos de las personas. Esa
absurda idea se traduce ahora en el encierro voluntario dentro de una
habitación alquilada para jóvenes estudiantes o para gente taciturna, aunque el
segundo requisito no estaba mencionado en el anuncio del alquiler, encajo
perfectamente con ambas descripciones.
No diré que la gente me molesta, a veces parece
resultar más bien al revés, creo
que soy una criatura perturbadora. El
otro día me sorprendí sosteniendo una mirada
muy fuerte a un amigo de mi hermana que acababan de presentarme y quien
charlaba animadamente conmigo, era un tipo alegre y simpático a primera
impresión, tal vez solo buscaba leer sus expresiones prestándole excesiva
atención a sus movimientos y parece que lo asusté un poco. Las personas evitan
enfrentarse a mis ojos y si lo hacen, generalmente tienden a bajar la mirada a
los pocos segundos. No soy horrible. Si a los ochenta años mi mujer perdiera el
movimiento de la mitad de su cuerpo, no haría lo mismo que el protagonista de esta
tarde. Cuidaría de ella y trataría de hacerle menos insoportable la existencia.
Me pregunto si dado el caso, ella estuviera dispuesta a hacer lo mismo o de lo contrario, se vería en la disyuntiva
de ayudarme a morir convirtiéndose en una asesina o se sacrificaría por mí
hasta el último momento. Ya no creeré en
las personas. A veces solo basta una sensación tan intensa como la de ahora
para darse cuenta que somos al mismo tiempo completamente vulnerables y
crueles.
Otra vez está a
punto de amanecer. Ese sabor de nostalgia sigue intacto y es agobiante.
lunes, 12 de agosto de 2013
EL GAUCHO INSUFRIBLE: Roberto Bolaño
Roberto Bolaño Ávalos nació en Santiago de Chile en 1953. Abandonó el colegio y nunca
terminó sus estudios pero comenzó a leer y escribir vorazmente desde temprana
edad. En 1976 funda con algunos amigos de la vida bohemia el movimiento
infrarrealista de la poesía mexicana. Recogió la influencia literaria de Borges
y de Cortázar
Obtuvo el
Premio Herralde en 1998 por su novela Los
detectives salvajes, un año después
merece el Premio Rómulo Gallegos.
Entre la
obra de Bolaño figuran ensayos, discursos literarios, cuentos, poesía y novelas
muy celebradas como Los detectives
salvajes (1998) y 2666 además es
autor de La senda de los elefantes (1999), Estrella distante (1996), Nocturno de Chile (2000),
entre otras.
Falleció en Barcelona en 2003.
El gaucho
insufrible —obra póstuma que salió a la luz el mismo
año del fallecimiento de Bolaño— es una colección de cinco cuentos
y dos conferencias.
El cuento
que da título al libro presenta de nuevo el tópico de la civilización y la
barbarie. Héctor Pereda, el protagonista, es un abogado honesto y un padre ejemplar. Enviuda y años después sus
hijos salen del hogar paterno tras sus propios intereses. Pereda se jubila y casi al mismo tiempo la
crisis económica llega a Buenos Aires y él se ve obligado a partir al campo
procurando una vida más tranquila lejos del bullicio de una ciudad en
decadencia. En el campo se adapta rápidamente y aunque al principio conserva
sus modales y maneras de intelectual, pronto se abandona al estilo de vida gauchesca
—transformada por los tiempos modernos y donde la defensa del honor ya no es
motivo de pelea— luego adquiere la simpleza y practicidad de los asuntos cotidianos en la pampa montado en José
Bianco, su caballo.
Un día recibe
la visita de su antigua cocinera de la ciudad, quien se sorprende al
encontrarlo en un estado tan diferente al esperado de un hombre urbano. La
figura de esta mujer es resaltante ya que asume el papel maternal y trata de
poner en orden la vida de Pereda, poco después la mujer desiste y decide
regresar a Buenos Aires aludiendo la
obvia imposibilidad de vivir lejos de la metrópoli. Antes de partir, mientras le cuenta a su ex empleador cómo se solucionan las circunstancias de la
crisis en la civilización, Héctor Pereda se distrae y mira por la ventana con
mayor interés a unos conejos que se perdían por el campo. Así queda demostrado
que el espacio rural ha transformado a un hombre y le ha devuelto su naturaleza
salvaje.
Tiempo
después recibe la visita de su hijo escritor y sus amigos poetas, uno de ellos
es mordido por una serpiente y este hecho ahuyenta a los jóvenes que regresan
casi de inmediato a la ciudad. Días
después una doctora y un enfermero arriban a Álamo Negro, estas personas que
representan a la ciencia llegan para entregar medicamentos y vacunar a los
niños, cumplida la misión se marchan horrorizados, puede que por el estado de
las cosas en aquel lugar tan diferente a la urbe.
Más tarde
Pereda recibe una carta de su hijo quien le pide que vaya a Buenos Aires para
terminar los trámites de la venta de su antigua casa, la duda con la que se va
a dormir el abogado es acerca de cómo llegará a la ciudad: debe escoger entre
tomar un tren o viajar en caballo. Esta situación resulta risible pero también
comunica la intención de Bolaño al constatar la transformación de un hombre que
ha llegado de la civilización a la
barbarie y ha preferido la simpleza de la última que le ha otorgado una
felicidad fácil.
Cuando
llega a Buenos Aires y sale de su deshabitada y antigua propiedad en busca de
comida, se para frente a un café dentro del que está su hijo, quien no se da
cuenta de que Pereda lo está viendo, luego observa las demás mesas y se detiene
en una donde un hombre de presumibles
sesenta años, vestido como joven y esnifando cocaína, sostiene una conversación
sobre literatura. El cruce de miradas enfrenta a dos hombres distintos, uno
casi convertido en un gaucho y sujeto de la barbarie; el otro, un intelectual protagonista de la
ciudad. En un instante el viejo vestido de joven sale del local y le propina un golpe que
instintivamente genera que Héctor Pereda le clave en la ingle un cuchillo, herramienta
inherente al hombre de la pampa. Pereda abandona el escenario y cavila entre
quedarse en una ciudad que ya le resulta muy ajena y para nada familiar o
entre la pampa, tierra que le promete
ser el escenario de una vida provechosa
para sí y para los gauchos entre los cuales ya se confunde.
Roberto
Bolaño presenta en este cuento el desencanto de la vida citadina de
Latinoamérica tomando a Buenos Aires en
tiempos de crisis social, política y económica pero también nos muestra la
figura transformada de un gaucho muy diferente a la que nos revela Domingo
Faustino Sarmiento, en una pampa fantasmagórica habitada por conejos que
contrasta con la de Facundo que
también nos muestra que la naturaleza ha sido transformada drásticamente por la
mano del hombre con afanes imperialistas y tecnocráticos.
Además de
El policía de las ratas y El
Gaucho insufrible, en esta colección, no resalta ningún otro cuento. Por
otro lado, si bien la prosa de Bolaño no
es difícil, excepto en dos casos, solamente
la estructura de sus relatos salva el argumento de los mismos, que tras
una primera lectura no generan mayor comentario.
AURA: Carlos Fuentes
Carlos
Fuentes Macías nació en Panamá en 1928. Por ser hijo de un diplomático,
vivió esporádicamente en muchas
capitales latinoamericanas. En México se graduó
en Derecho y en Ginebra, en Economía. Fue embajador de su país en
Francia y se desempeñó como docente en prestigiosas universidades americanas durante
la década del setenta, donde luego fue nombrado como Doctor honoris causa. Además era colaborador de revistas y
periódicos y escribió guiones de cine para adaptar libros como Pedro Páramo.
En 1977
recibió el Premio Rómulo Gallegos, en 1987, el Cervantes, en 1994, el Príncipe
de Asturias. También fue nombrado por la Academia Mexicana de la Lengua como
miembro honorario.
Falleció
en México en 2012. En honor a esta estrella del firmamento de artistas se creó
el Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria en el Idioma
Español.
Carlos
Fuentes es autor de novelas como: La
región más transparente (1959),
Las buenas conciencias (1959), La muerte de Artemio Cruz (1962),
Aura (1962), Zona Sagrada (1967), Cambio de piel (1967),
Cumpleaños (1969), Terranostra (1975), La cabeza de la hidra
(1978) Instinto de Inez (2001), Federico en su balcón (2012),
entre otras.
Entre sus
colecciones de cuentos resaltan: Los días enmascarados (1954), Cantar de ciegos (1964), Agua
quemada (1983), El Naranjo (1994), La frontera de cristal. Una novela en nueve
cuentos (1995), Carolina Grau (2010).
Escribió también ensayos, obras de teatro y
libretos de ópera.
El
tercer enunciado del epígrafe tomado de Jules Michelet, usado en Aura —novela clave dentro del boom latinoamericano— resume la novela de Carlos
Fuentes: Los dioses son como los hombres:
nacen y mueren sobre el pecho de una mujer. Así es como el personaje de Felipe Montero
nace y muere sobre el pecho de Aura y de Consuelo Llorente, cegado por la pasión
y víctima de la intriga que ha preparado la anciana moribunda, el joven asustado deja de ser Felipe Montero
para convertirse en el general Llorente, esposo de la misteriosa anciana de
ojos verdes.
Se
trata de dos mujeres que resultan ser diferentes caras de una misma moneda. Consuelo, la anciana enferma de más de cien años frente a Aura, la
joven que irradia belleza a través de sus ojos tan verdes e inmortales como los
de su tía. Consuelo, obsesionada con los rituales y con publicar las memorias
de su difunto esposo, Aura sumisa a la voluntad de la anciana que parece
manipularla. Montero percibe movimientos
similares en ambas mujeres pero solo puede sospechar que Aura no es libre y la intenta rescatar pero luego queda prisionero
como ella, en esa casa lúgubre que habla
de muerte y recuerdos de difuntos.
Cecilia
Eudave, escritora y ensayista mexicana, en un artículo titulado Simbolismo y ritualidad en Aura, plantea la existencia de elementos
simbólicos en esta novela. En primer lugar habla de la casa de la anciana que
representa un útero, en el cual ha sido
concebida mágicamente la bella Aura pero
también es un útero que recibe al joven Montero y lo mantiene alejado del
exterior, como se ejemplifica cuando Consuelo prohíbe la salida del historiador
a la calle ya que todo lo que necesita para trabajar lo encontrará en ese
edificio con rasgos de los castillos que describe Poe. El hecho de que Felipe llegue a esa casa tenebrosa
es representado con el verbo penetrar,
que alude simbólicamente el ingreso del órgano masculino en la cavidad oscura del cuerpo de la mujer, es decir a la casa habitada por esas damas
misteriosas.
Esa
casa también podría representar la figura de la madre, que recuerda más bien un
pasado feliz que Consuelo quiere preservar alejando la luz de la realidad de
sus viejas paredes. De este modo aunque no se trate de una estancia acogedora,
es un lugar seguro donde Felipe se instala como si conociera esas habitaciones,
como si fueran suyas la cama y la almohada donde duerme. Esta alusión nos hace pensar en el Edipo de
Freud, donde el niño ansía el seno simbólico y real de la madre, así pues
Felipe busca a esa madre en la figura de Aura, a quien jura amor eterno, pero
quien finalmente desaparece en el cuerpo mortecino de la anciana Consuelo.
El
nombre de Aura no deja de ser otro simbolismo que puede relacionarse con ese
espectro luminoso que proyecta un ser divino. En este caso la joven es la
proyección de Consuelo y la luz final que percibe el bebé cuando sale por la
vagina de la madre, de esta manera a través de Aura, a quien Montero se une en
un acto sexual presenciado por Consuelo, nace la reencarnación del general
Llorente.
Como
señala Cecilia Eudave, los animales en esta novela no han sido escogidos al
azar. Por ejemplo la aldaba en forma de perro —animal que en algunas
culturas vigila la entrada al mundo de los muertos— Saga, la coneja que alude a
la renovación y a la vitalidad; los gatos relacionados desde siempre con la
brujería y el chivo que descuartiza Aura en la cocina, hecho que asusta a
Felipe quien percibe peligro tal vez por pensarse a sí mismo como la víctima
que la anciana va a sacrificar.
Carlos
Fuentes, como escritor del boom
latinoamericano y como representante del realismo mágico nos ha dejado en Aura,
una novela que se reinventa constantemente —como el joven Felipe Montero— a
través de diferentes lecturas que proporcionan un entrelineado por descubrir.
Bibliografía
Eudave,
Cecilia. Simbolismo y ritualidad en la
novela Aura de Carlos Fuentes. 2001
Fuentes,
Carlos. Aura. Biblioteca Era, México 2001
CRÍTICA DE CINE: GUERRA MUNDIAL Z
ANÁLISIS DEL DISCURSO EN GUERRA MUNDIAL Z
En el presente
trabajo se analizará el discurso racista en Guerra
mundial Z, película estadounidense
dirigida por Marc Forster.
Según la
definición de Michael Meyers y Ruth
Wodak en Métodos de Análisis crítico del discurso, esta interdisciplina estudia la relación
entre el lenguaje y el poder en un contexto social, en este sentido, el
análisis discursivo de Guerra mundial Z permitirá ejemplificar la manera en que
ciertas películas norteamericanas utilizan el lenguaje en el cine como medio de
dominación ideológica y social.
En la escuela
europea de análisis del discurso,
mediante el modelo marxista de la Escuela de Frankfurt, se sustenta que
los medios de comunicación masiva dentro del sistema capitalista dominan a las
clases obreras a través del prestigio de la tecnología y del consumismo, como
es claro en Guerra mundial Z, por las
alusiones a productos como la gaseosa Pepsi.
Por otro lado el
marxismo francés defiende que los medios de comunicación son aparatos
ideológicos del Estado que influyen en las masas a través de un dominio
cultural en el que la realidad es vista desde una perspectiva única y sesgada, de esta manera,
tomando como motivo de análisis Guerra
mundial Z, —que puede considerarse como un producto alterno de los medios
de comunicación ya que el público accede a él fácilmente, además de ser un
producto cultural que refleja el momento en que vive la humanidad— podemos
darnos cuenta que el cine norteamericano disfraza un discurso racista, sexista
e imperialista que se lee entrelíneas en películas que son predestinadas a un
gran éxito en la taquilla mundial ya sea por la temática que abordan como por
los actores que participan en ellas, en este caso los zombis y Brad Pitt aseguran una numerosa audiencia en las salas de
cine.
Caracterización del plano discursivo:
Es pertinente
aplicar un breve análisis narratológico a esta película.
En primer lugar la
perspectiva que nos muestra la pantalla proviene del focalizador personaje que es Gerry Lane. La fábula en Guerra mundial Z está constituida por la
invasión zombi que provoca la
destrucción de varias naciones y suscita el viaje del protagonista para encontrar
una solución al problema. Los criterios de cambio, elección y confrontación se
ejemplifican en la alteración del orden por un inminente apocalipsis zombi,
la decisión del protagonista de luchar contra la amenaza y el
enfrentamiento entre los seres humanos y los muertos vivientes. El ciclo narrativo se determina por una
posibilidad que es sufrir la destrucción mundial o luchar contra los zombis, un acontecimiento, el viaje del
héroe para encontrar la solución y el resultado que es el hallazgo de la
respuesta que frenará la propagación de la epidemia. El sujeto lo representa Gerry Lane, el
héroe; el objeto es la búsqueda de un
recurso que detenga a los zombis; el
dador son personas claves que le dan al héroe cierta información sobre los
muertos vivientes; el receptor es
nuevamente Gerry Lane.
Dentro de la
historia encontramos desviaciones anacrónicas evocadas en la mente del
protagonista. En cuanto al ritmo, se producen elipsis, deceleraciones y pausas,
especialmente en las escenas finales.
Análisis de la
estructura y caracterización del corpus:
Guerra mundial Z, adaptación de la novela homónima
de Max Brooks, es una película que ofrece el espectáculo
apocalíptico que tanto reclama el público. En primer lugar disfraza el proceso
de deterioro medioambiental con la excusa de una amenaza zombi,
para dar a entender que el consumismo no
tiene nada que ver con el cambio climático o la contaminación de mares y
extinción de especies en los cinco continentes como se sugiere en las primeras
imágenes del film.
A continuación
se hace propaganda al sueño y estilo de vida americano cuando una familia
estereotipada, conformada por un matrimonio joven con dos hijas, se reúne
frente al televisor para comenzar el día con el típico desayuno de hot cakes. Luego comienza el caos en una avenida de Filadelfia donde varios zombis atacan a las personas
mordiéndolas y convirtiéndolas en
muertos vivientes. La familia encabezada por Gerry Lane, el héroe de la
película, logra escapar en una camioneta, una de las niñas le entrega un rifle
a su padre, esto defiende el derecho a
portar armas en los Estados Unidos, a pesar de los últimos casos de niños y jóvenes que asesinan con armas que
tienen en casa al alcance de la mano.
Gerry recibe una llamada para unirse al equipo que pretende controlar
la amenaza zombi, según Propp, esto
se considera como la función de mediación en la que el héroe es obligado a
aceptar la misión viendo el peligro que corre su familia y su país.
Antes de aceptar
van a un supermercado y se unen al saqueo de provisiones. Un policía negro que
presencia el momento en que Gerry dispara a un hombre que atacaba a Karen, su
esposa, no lo detiene sino que llena desesperadamente una bolsa con alimentos.
Esta es la primera muestra de racismo en que
se defiende la violencia y en que un policía de color roba.
Para ponerse a
salvo Gerry conduce a su familia un edificio, irrumpen en la casa de unos
brasileños que se niegan a escapar de la
inminente invasión de los departamentos por los zombis, esta es otra muestra de exacerbación racial ya que luego
estos inmigrantes son los primeros no estadounidenses en ser atacados
sangrientamente frente a la cámara, Gerry solo salva a Tomás, el hijo de los
brasileños que habla inglés y aborda un helicóptero que los lleva a un buque de
la ONU para refugiados.
En el buque,
Gerry recibe la misión de ir con un grupo de investigadores a buscar el origen
del virus zombi en Corea del Sur, él se niega pero luego debe
aceptar, así se ejemplifican las funciones de aceptación y partida del héroe.
Curiosamente en
la actualidad Corea del Sur se incluye en la lista de potencias mundiales, el
hecho de que en la película el virus que destruye a la humanidad provenga de
oriente es polémico ya que parece insinuar que uno de los países económica y
tecnológicamente más desarrollado debe ser atacado por Estados Unidos para
salvaguardar a las demás naciones, esto puede enunciarse como la guerra
de Estados Unidos contra el resto del mundo.
Además del
racismo, esta película también ilustra sexismo, por ejemplo cuando Karen,
preocupada por que su esposo Gerry no contesta sus llamadas, marca al celular
en plena misión y provoca la muerte de muchos soldados pues los zombis son muy sensibles al sonido.
Fracasada la
misión en Corea del Sur, Gerry parte a Israel, país cuyas murallas logran detener
momentáneamente la amenaza de los muertos vivientes. Aquí se muestra la función
de información en la que el héroe adquiere conocimiento que usará para vencer
al adversario, además se reflejan las
funciones de viaje, prueba y desplazamiento en que el héroe parte en busca de
algo que pueda detener la pandemia.
La siguiente muestra
de racismo sucede cuando el protagonista arriba a Jerusalén en busca de
información para detener la amenaza de los muertos vivientes y se da cuenta que
dentro de las murallas construidas para proteger a la población, grupos de judíos, cristianos e islamistas comienzan a
expresar su fe con oraciones, bailes y cantos, es entonces cuando por esta
manifestación religiosa los zombis
trepan los muros y comienzan una masacre donde mueren cruelmente muchas
personas que hacían uso de su libertad de culto, nuevamente Estados Unidos
aplasta simbólicamente no solo a un país sino a varias culturas con sus
monstruos cliché.
Lógicamente
Gerry Lane se salva escapando en un avión —lleno de turistas de varias razas
que luego también mueren brutalmente— no sin antes percatarse que los zombis no atacan a los ancianos ni a los
enfermos, de esta manera se descarta de pirámide social a individuos que ya no
son útiles para el sistema.
Una mujer
soldado, de apariencia andrógina, que
escolta a Lane es mordida y para evitar su transformación se mutila una mano,
esto puede simbolizar que la mujer debe adquirir ciertas características
masculinas para insertarse en un mundo machista de lo contrario deberá quedarse
en casa cuidando a los niños y esperando que el marido solucione sus problemas,
como hace Karen con sus hijas.
La escena del
avión también es recurrente en varias películas americanas, el pánico y la
muerte de todos los tripulantes no hacen más que repetir argumentos antiguos.
La solución de Lane es lanzar a los pasajeros convertidos en muertos vivientes,
una granada, arma favorita de muchas películas de acción que acaba rápidamente
con el enemigo. Después del accidentado aterrizaje Gerry se da cuenta que es mortalmente atravesado
por una vara de fierro pero siendo un superhombre norteamericano sobrevive
junto con la soldado, ambos llegan a un centro de investigación de la OMS donde
esperan encontrar la cura para la
infección de los zombis.
La solución es
trágica, Gerry descubre que solo infectando
a la gente con enfermedades mortales se evitará la
propagación de los zombis, esto nos
hace pensar en una guerra microbiológica impulsada por Estados Unidos ante
cualquier amenaza que provenga de otros países.
Para conseguir
los virus mortales Lane, la soldado y un miembro de la OMS —todos de raza
blanca, contrastando con una zombi de color que está encerrada en una cámara,
alusión al apartheid— deben atravesar
el edificio de un lado al otro, en el que están las muestras virales, para esto
se arman con un hacha y un bate de beisbol,
instrumento estereotipado y chauvinista que de paso hace propaganda a este
deporte que caracteriza a Norteamérica. A partir de aquí la gaseosa Pepsi cobra
protagonismo en la película.
La soldado,
sabiendo que cualquier ruido fuerte despertará a los zombis de su letargo, le dispara a uno y desencadena un nuevo
ataque, nuevamente la torpeza de la
mujer no puede pasar desapercibida.
Otra función de
combate se demuestra cuando Gerry lucha cuerpo a cuerpo con varios muertos
vivientes, luego el héroe queda marcado inyectándose un virus letal que lo hace
inmune al ataque de los zombis. A
continuación Gerry Lane pasa desapercibido en medio de los monstruos, bebe una
Pepsi de una máquina de refrescos y hace
que los zombis corran hacia las latas
de gaseosa atraídos por el ruido,
estimulando inconscientemente a los espectadores a preferir esta bebida.
Finalmente el
héroe que ha cumplido su misión puede volver con su familia, el reencuentro es
su recompensa.
Gracias la
Gerry, Estados Unidos difunde el polémico antídoto a varios países, otros,
reacios a esta solución hallan métodos más destructivos como la incineración o
exterminio masivo de los zombis con
armas de fuego. En las últimas escenas se insinúa que Estados Unidos ha vencido
sobre el resto del mundo encontrando la respuesta a la amenaza.
Análisis del discurso racista:
El racismo se define dentro del esquema estructural de
relaciones de poder históricas, socioeconómicas y culturales, como en la
película. Se sabe que debido al auge cultural y económico en países como
Estados unidos, se favorece el dominio de una raza sobre otras, de una cultura
sobre otras, rasgos ya caracterizados en Guerra
mundial Z.
Julieta Haidar
menciona condiciones para la producción, circulación y recepción del discurso.
Dentro de las condiciones de producción, la sociedad es la encargada de
producir un discurso controlado y dirigido, en este caso la industria
capitalista hollywoodense, produce enunciados racistas y sexistas en varias de
sus películas, como se ha demostrado en Guerra mundial Z. En cuanto a los procedimientos con los cuales
surge el discurso, la ritualización del habla está determinada por frases y
humor norteamericano estereotipados que son recurrentes en las películas
norteamericanas, al mismo tiempo se defiende el liberalismo como doctrina religiosa,
política y filosófica contra cualquier otro credo. Al hacer uso de argumentos y
escenas repetidas con las cuales se construyen los films más taquilleros, como queda demostrado en Guerra mundial Z, se tocan
temas como la situación de los inmigrantes, las relaciones económicas con
potencias mundiales, el apartheid y
el imperialismo estadounidense.
En cuanto a la
formación social, Hollywood, que representa el capitalismo, puede considerarse
como esa sociedad que produce discursos racistas proyectados al resto del mundo a través de
sus productos cinematográficos. La ideología se representa a través del
liberalismo y la identidad norteamericana a la que se alude en Guerra mundial Z, con ejemplos ya
descritos como el deporte y la comida que caracterizan a este país.
En cuanto a la
relación discurso-coyuntura, es fácil producir y fijar en el público ese tipo
de discursos sobretodo en películas superficiales y fáciles de seguir, donde más que la trama, lo que queda en el
subconsciente del público son esas imágenes que transmiten mensajes racistas y
persuaden a la compra o preferencia de tal o cual producto.
Según Haidar, en
el discurso la materialidad predominante es la estético retórica, en este caso
se usarán escenas que trasmiten la preponderancia del liberalismo y el
imperialismo norteamericanos frente a otras naciones que son subordinadas
culturalmente.
El objeto
discursivo que utiliza Hollywood es entrelazar argumentos —por medio de
mecanismos de enmascaramiento— que giren en torno a la destrucción del mundo
con escenas de carácter racista, sexista o simplemente chauvinista. Las
funciones discursivas son tomadas del lenguaje oral y audiovisual. Los aparatos
ideológicos son el liberalismo y el imperialismo. El público que asiste a la
proyección de la película participa como sujeto discursivo así como los sujetos
ideológicos, sociales y culturales son representados por los protagonistas y
héroes de estas películas.
Finalmente, las macro operaciones discursivas como la argumentación, narración y demostración han sido ya analizadas líneas arriba.
Finalmente, las macro operaciones discursivas como la argumentación, narración y demostración han sido ya analizadas líneas arriba.
Asimismo el
análisis crítico del discurso permite estudiar situaciones sociales como la
marginación y exclusión social, en este caso, ejemplificadas en la película.
Conclusiones:
El análisis del
discurso sirve para llevar a la práctica el lenguaje en los procesos sociales,
en el caso de la aplicación del análisis discursivo a películas, se pudo
descubrir cómo es que se enmascaran diversos mensajes que operan como
mecanismos de poder sobre los espectadores ya sea por medio de escenas o
alusiones a problemas sociales, culturales, económicos y sobretodo a través de
mecanismos de persuasión que influyen en la preferencia del espectador hacia
determinado producto.
Guerra mundial Z, es una película llena de
estereotipos, violencia y mensajes racistas que defienden el imperialismo
estadounidense, por lo tanto sirve de
ejemplo para demostrar como funciona el mecanismo hegemónico que promueve
Hollywood en films que están
destinados a convocar a miles de espectadores a las salas de cine.
Bibliografía
Bal, Mieke. (1995). Teoría de la narrativa, Cátedra, España.
Díaz, Willard. (2008). Análisis del discurso aplicado a algunos
medios de comunicación masiva en la ciudad de Arequipa, Tesis de
Maestría. Arequipa.
Van Dijk, Teun A. (1991). Racismo
y análisis crítico de los medios,
Paidós, España.
Wodak , Ruth y Meyer, Michael (2003). Métodos de análisis crítico del discurso,
Gedisa, España.
Otros:
Haidar, Julieta: Análisis
del discurso.
Inñiguez, Lupicinio. Capítulo III: El análisis del discurso en
las ciencias sociales.
CARTA PARA VOLVERNOS A VER: Gonzalo Rojas
Gonzalo Rojas Pizarro nació en la provincia de Lebu en 1916, fue uno de los mayores exponentes de la
poesía chilena durante el pasado siglo. Este académico y galardonado poeta
formó parte de la Generación de 1938, movimiento artístico y literario que
retrató la decadencia social de Chile en aquella época. Mereció entre otros, el Premio Nacional de Literatura y el Premio
Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en
1992, además se le otorgó el Premio Cervantes en 2003. Gonzalo Rojas falleció en su país natal a los
noventa y cuatro años.
Su obra poética es extensa, pero el siguiente poema, que ha sido
escogido casi al azar, será la excusa para esbozar un breve análisis.
Carta para
volvernos a ver
Escrita en el mar, el
25-X-58, entre las 2 y las 5 de la mañana, a bordo del "Laennec",
Navifrance, por la ruta del Atlántico norte. No publicada hasta la fecha.
Navifrance, por la ruta del Atlántico norte. No publicada hasta la fecha.
Lo feo fue
quererte, mi Fea, conociendo cuánta víbora
era tu sangre, lo monstruoso
fue oler amor debajo de tu olorcillo a hiena, y olvidar
que eras bestia, y no a besos sino a cruel mordedura
te hubiera, en pocos meses, lo vicioso y confuso
descuerado, y te hubiera en la mujer más bella ¡por Safo! convertido.
era tu sangre, lo monstruoso
fue oler amor debajo de tu olorcillo a hiena, y olvidar
que eras bestia, y no a besos sino a cruel mordedura
te hubiera, en pocos meses, lo vicioso y confuso
descuerado, y te hubiera en la mujer más bella ¡por Safo! convertido.
El
título del poema nos indica desde el principio que el yo poético se dirige a un
destinatario, en este caso a la mujer amada. El lugar de enunciación separa dos
realidades: el cielo y el mar.
En
esta estrofa encontramos la primera contradicción que se desarrollará luego a
lo largo del poema: mi Fea-la mujer más
bella. El poeta asocia la fealdad
con la maldad y la belleza con la virtud. Al principio figura de la mujer se construye con imágenes de animales como la
víbora y la hiena, que sugieren la idea
de la muerte. Por otro lado, la mención
de la poetisa Safo de Mitilene, nos recuerda el amor erótico que se desliza
tras los primeros versos. Entonces se sugiere
una mujer fatal, sensual y sobretodo repulsiva.
Porque, vistas
las cosas desde el mar, en el frío de la noche oceánica
y encima de este barco de lujo, con mujeres francesas y espumosas,
y mucha danza, y todo, no hay ninguna
cuyo animal, oh Equívoca, tenga más desenfreno en su fulgor
antes de ti, después de ti.
y encima de este barco de lujo, con mujeres francesas y espumosas,
y mucha danza, y todo, no hay ninguna
cuyo animal, oh Equívoca, tenga más desenfreno en su fulgor
antes de ti, después de ti.
Asocia la
figura de la mujer con elementos festivos como el baile y la bebida, al mismo tiempo sigue
con la primera contradicción y muestra que su amada, antes llamada víbora, puede ser vista, bajo el velo del pasión, como
un ser de luz: no hay ninguna cuyo
animal, oh Equívoca, tenga más desenfreno en su fulgor antes de ti, después de
ti. La concepción de la mujer va
cambiando y ese fulgor al que alude
puede ser de doble significación, uno que relacionaría la idea de virtud y otra
que refiere a la fuerza sexual que proyecta esta mujer.
No hay ojos
verdes
que se parezcan tanto a la ignominia.
que se parezcan tanto a la ignominia.
Ignominia es tu
sangre, Burguesilla: lo turbio que te azota por dentro,
remolino viscoso de miedo y de lujuria, corrupción
de todo lo materno que es la mujer. ¡Acuérdate, Malparida, de aquella pesadilla!
No hay trampa que te valga cuando tiritas y entras al gran baile del muro
donde se te aparecen de golpe los pedazos de la muerte.
remolino viscoso de miedo y de lujuria, corrupción
de todo lo materno que es la mujer. ¡Acuérdate, Malparida, de aquella pesadilla!
No hay trampa que te valga cuando tiritas y entras al gran baile del muro
donde se te aparecen de golpe los pedazos de la muerte.
Cuando
relaciona ignominia y maternidad, retoma la anterior dicotomía, en primer lugar
la vergüenza que ostenta el ser de ojos verdes, como consecuencia de la lujuria y corrupción, productos de la sexualidad natural de la que despoja a
la mujer que se sublima cuando deja de
ser hembra para ser madre. El enunciador introduce ahora la idea del sexo con
la muerte de la mujer casta que desaparece para dar lugar a la lasciva: No hay trampa que te valga cuando tiritas y
entras al gran baile del muro donde se te aparecen de golpe los pedazos de la
muerte. Esta idea se refuerza cuando
habla de la muerte metafórica que hace del cuerpo femenino un cadáver que
produce niños muertos. En esta estrofa
aparece la idea de frustración del hombre que reclama descendencia cuando llama
ramera a quien no pudo ser madre.
No te perdono,
entiéndeme, porque no me perdono, porque el mar
-por hermoso que sea- no perdona al cadáver: lo rechaza y lo arroja
como inútil estiércol.
Muerta estás y aun entonces, cuando dormí contigo, dormí con una máquina
de parir muertos.
-por hermoso que sea- no perdona al cadáver: lo rechaza y lo arroja
como inútil estiércol.
Muerta estás y aun entonces, cuando dormí contigo, dormí con una máquina
de parir muertos.
Nadie podrá
lavar mi boca sino el áspero océano,
Mujer y No-mujer, de tu beso vicioso.
Mujer y No-mujer, de tu beso vicioso.
Lástima de
hermosura. Si hoy te falta de madre justo lo que te sobra
de ramera
y de sábana en sábana, desnuda, vas riendo
y sin embargo empiezas a llorar en lo oscuro cuando no te oye nadie,
es posible, es posible que descubras tu estrella por el viejo ejercicio
del amor, es posible que tanta espuma inútil
pierda su liviandad, se integre en la corriente, vuelva al coro del Ritmo.
de ramera
y de sábana en sábana, desnuda, vas riendo
y sin embargo empiezas a llorar en lo oscuro cuando no te oye nadie,
es posible, es posible que descubras tu estrella por el viejo ejercicio
del amor, es posible que tanta espuma inútil
pierda su liviandad, se integre en la corriente, vuelva al coro del Ritmo.
En
la siguiente estrofa el Ritmo, lo armonioso y equilibrado, es
asociado con el océano que sugiere mejor la idea de sexualidad, flujo y
desplazamiento que tal vez justifique el enfrentar el cielo y el mar, y no el
cielo y la tierra, ya que el movimiento constante de las olas representa con
mayor precisión el movimiento de los cuerpos antes de la cópula y deslinda la
idea de quietud que se relaciona lo terrestre.
Tal vez el largo
oleaje de esta carta te aburra, todo este aire solemne,
pero el Ritmo ha de ser océano profundo
que al hombre y la mujer amarra y desamarra
nadie sabe por qué y, es curioso, yo mismo
no sé por qué te escribo con esta mano, y toco
tu rara desnudez terrible todavía.
pero el Ritmo ha de ser océano profundo
que al hombre y la mujer amarra y desamarra
nadie sabe por qué y, es curioso, yo mismo
no sé por qué te escribo con esta mano, y toco
tu rara desnudez terrible todavía.
No hablemos ya
de mayo ni de junio, ni hablemos
del gran mes, mi Amorosa, que construyó en diamante tu figura
de amada y sobreamada, por encima del cielo, en el volcán
de aquel Chillán de Chile que vivimos los dos, y eternizamos,
silenciosos, seguros de ser uno en el vuelo.
del gran mes, mi Amorosa, que construyó en diamante tu figura
de amada y sobreamada, por encima del cielo, en el volcán
de aquel Chillán de Chile que vivimos los dos, y eternizamos,
silenciosos, seguros de ser uno en el vuelo.
Es
curioso el cambio del nombre de la mujer
que pasa a ser Amorosa, antes Ignominiosa, antes Equívoca,
es decir a medida que el yo poético encuentra y disfruta la fuerza sexual del
ser a quien antes llamó bestia y luego denomina sobreamada, con esto se puede inferir
que la mujer sufre una transformación para el amante, pues aunque no puede ya
purificarse por su condición de no mujer madre, es la sensualidad la que dota
de belleza a un ser antes horrible. El
volcán nuevamente refuerza la idea de asociar elementos de la naturaleza con la
libido.
No. Bajemos de
ahí, mi Sangrienta, y entremos al agosto mortuorio:
crucemos los horribles pasadizos
de tus vacilaciones, volvamos al teléfono
que aún estará sonando. Volemos en aviones a salvar
los restos de Algo, de Alguien que va a morir, mi Dios, descuartizado.
crucemos los horribles pasadizos
de tus vacilaciones, volvamos al teléfono
que aún estará sonando. Volemos en aviones a salvar
los restos de Algo, de Alguien que va a morir, mi Dios, descuartizado.
En
estos versos se redunda en la separación de las dos realidades lo de arriba y
lo de abajo, el enunciador atrae a la
amada, que está abajo, al lugar del amante, es decir a lo elevado. También esta
mujer es llamada Sangrienta a
propósito de la siguiente estrofa donde se nota el reclamo del hombre tanto a
la mujer —que perdió o quiso perder al fruto de su vientre— como a Dios por
haberlo permitido, así ejemplifica que
el ser humano busca hacer responsable a Dios por sus propias faltas.
Digamos bien las
cosas. No es justo que metamos a ningún Dios en esto.
Cínicos y quirúrgicos, los dos, los dos mentimos.
Tú, la más Partidaria de la Verdad, negaste la vida hasta sangrar
contra la Especie (¿Es mucho cinco mil cuatrocientas criaturas por hora...?)
Los dos, los dos cortamos las primeras, las finas
raíces sigilosas del que quiso venir
a vemos, y a besamos, y a juntamos en uno.
Cínicos y quirúrgicos, los dos, los dos mentimos.
Tú, la más Partidaria de la Verdad, negaste la vida hasta sangrar
contra la Especie (¿Es mucho cinco mil cuatrocientas criaturas por hora...?)
Los dos, los dos cortamos las primeras, las finas
raíces sigilosas del que quiso venir
a vemos, y a besamos, y a juntamos en uno.
En
estos versos el amante se señala cómplice de la muerte de los hijos a quienes
la amada negó la vida hasta sangrar.
Miro el abismo
al fondo de este espejo quebrado, me adelanto a lo efímero
de tus días rientes y otra vez no eres nada
sino un color difícil de mujer vuelta al polvo
de la vejez. Adiós. Hueca irás. Vivirás
de lo que fuiste un día quemada por el rayo del vidente.
de tus días rientes y otra vez no eres nada
sino un color difícil de mujer vuelta al polvo
de la vejez. Adiós. Hueca irás. Vivirás
de lo que fuiste un día quemada por el rayo del vidente.
Mortal
contradictorio: cierro esta carta aquí,
este jueves atlántico, sin Júpiter ni estrella.
No estás. No estoy. No estamos. Somos, y nada más.
Y océano,
y océano,
y únicamente océano.
este jueves atlántico, sin Júpiter ni estrella.
No estás. No estoy. No estamos. Somos, y nada más.
Y océano,
y océano,
y únicamente océano.
En
la despedida de la carta, el enunciador condena a su amada y pronostica la soledad
para esa mujer que se negó a ser madre.
La
figura femenina en este poema de Gonzalo Rojas se construye desde varias
perspectivas: la primera es la belleza, luego está la pureza y finalmente la maternidad. En este caso la
amada carece de las tres virtudes y el
poeta reniega de la condición de esta mujer, le reclama la fealdad de su
cuerpo, de su espíritu y la acusa de
infértil.
Así
el poeta chileno ofrece en este poema
una demostración de cómo el cuerpo de la mujer se convierte en un objeto para
el hombre, quien al no obtener de este ninguna satisfacción, lo
desechará despojándolo de su valor. Este poema resulta un llamado de atención para
reflexionar acerca de la materialización del cuerpo ya que esta concepción cada
vez está más arraigada en los medios de comunicación y por lo tanto en la
sociedad que continúa en un lamentable e irrefrenable proceso de
deshumanización.
miércoles, 17 de julio de 2013
GLASS IN THE PARK: ALEX TURNER (SUBMARINE)
There's glass in the park,
Darling, I can't help but keep making appointments,
To sweep beneath the climbing frame.
Darling, I can't help but keep making appointments,
To sweep beneath the climbing frame.
If the sun's in your eyes,
I'll tighten your blindfold, baby.
Don't worry your foot won't get cut,
Strut carelessly.
I'll tighten your blindfold, baby.
Don't worry your foot won't get cut,
Strut carelessly.
And when you say that you need me tonight,
I can't keep my feelings in disguise,
The white parts of my eyeballs illuminate.
I can't keep my feelings in disguise,
The white parts of my eyeballs illuminate.
And I'll wait for you,
As if I'm waiting for a storm to stop.
I've heard them talking,
About how I'm gonna put you off
As if I'm waiting for a storm to stop.
I've heard them talking,
About how I'm gonna put you off
There's glass in the park,
And now that I'm up off my knees,
I've picked up the speed,
To jump your palisades.
And now that I'm up off my knees,
I've picked up the speed,
To jump your palisades.
And I shoot through the night,
And suddenly all those once lost concoction's froth,
And chase the day away.
And suddenly all those once lost concoction's froth,
And chase the day away.
When you say that you need me tonight,
I can't keep my feelings in disguise,
The white part of my eyeballs illuminate.
I can't keep my feelings in disguise,
The white part of my eyeballs illuminate.
And i'll wait for you,
As if i'm waiting for the storm to stop.
I've heard them talking,
About how i'm gonna put you off.
As if i'm waiting for the storm to stop.
I've heard them talking,
About how i'm gonna put you off.
You tell me, how can i put you off, when you're a matter of urgency?
I've got a million things that i need to do, but they're all secondary.
Make sure you're not followed,
And meet me by the death balloon.
I've got a million things that i need to do, but they're all secondary.
Make sure you're not followed,
And meet me by the death balloon.
Paraselene woman, i'm your man on the moon,
And like a grain of diamond dust, you float,
And my devotion's outer, crust... cracks.
And like a grain of diamond dust, you float,
And my devotion's outer, crust... cracks.
Hay cristales en el parque
Cariño, no puedo ayudarte pero puedo quedarme a tu lado,
tratando de apartar los instantes amargos
Cariño, no puedo ayudarte pero puedo quedarme a tu lado,
tratando de apartar los instantes amargos
Si el sol te da en los ojos,
no dejaré que te ciege,
No te preocupes, no te cortarás
así que camina tranquilamente
no dejaré que te ciege,
No te preocupes, no te cortarás
así que camina tranquilamente
Y cuando dices que me necesitas esta noche
No puedo seguir disfrazando mis sentimientos
Se iluminan mis ojos
No puedo seguir disfrazando mis sentimientos
Se iluminan mis ojos
Te esperaré
Como una roca inmovilizada
Como una roca inmovilizada
He escuchado murmullos acerca de que te decepcionaré
Hay cristales en el parque
Y ahora estoy de pie
He cogido velocidad
Para saltar tus obstáculos
Y ahora estoy de pie
He cogido velocidad
Para saltar tus obstáculos
Y me desboco a través de la noche
Y de repente todos se pierden de ese mágico brevaje
Y dejan que muera el día
Y de repente todos se pierden de ese mágico brevaje
Y dejan que muera el día
Y cuando dices que me necesitas esta noche
No puedo seguir disfrazando mis sentimientos
Se iluminan mis ojos
No puedo seguir disfrazando mis sentimientos
Se iluminan mis ojos
Te esperaré
Como una roca inmovilizada
Como una roca inmovilizada
He escuchado murmullos acerca de que te decepcionaré
Me dices, “¿cómo puedo dejarte para mañana cuando eres un caso urgente?
Tengo un millón de cosas por hacer, pero son todas secundarias
Asegúrate de que no te sigan
Quedamos en el Death Ballon”
Tengo un millón de cosas por hacer, pero son todas secundarias
Asegúrate de que no te sigan
Quedamos en el Death Ballon”
Mujer paraselene*, soy tu hombre en la luna
Y como una partícula de polvo de diamante, flotas
y mi amor se exterioriza, mi caparazón se rompe.
Y como una partícula de polvo de diamante, flotas
y mi amor se exterioriza, mi caparazón se rompe.
lunes, 24 de junio de 2013
EL TÚNEL
Ernesto
Sabato nació en junio de 1911. Fue hijo
de inmigrantes italianos de clase media. Por muchos años fue miembro del
Partido Comunista en Argentina. Estudió un Doctorado en Física y por medio de
una beca viajó a París para trabajar en un laboratorio, en esos años conoció la
vida bohemia y se acercó al movimiento surrealista parisino. En 1943 decidió
abandonar la ciencia para entregarse a la Literatura y la pintura. En 1948 recibió el Premio Miguel de Cervantes.
En 2009 fue propuesto como candidato al Premio Nobel de Literatura. Falleció el 30 de abril de 2011.
Ha escrito solamente tres novelas con las que ha alcanzado
reconocimiento y fama: El túnel
(1948), Sobre héroes y tumbas (1961)
y Abaddon el exterminador (1974).
Además es autor de muchos ensayos como El otro rostro del peronismo, Diálogos con Jorge Luis Borges, Nunca más.
Informe de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas, entre otros.
La
crítica posterior a la publicación de El
túnel, califica esta obra maestra de Sabato como una novela psicológica de corte
existencialista. De acuerdo a esto, la nueva novela latinoamericana da espacio
a una temática que se deslinda de temas sociales y políticos, así es roto todo
vínculo con la forma tradicional de la ficción. Por otra parte, como señala Alfredo
Veiravé en Literatura hispanoamericana,
la figura del lector también cambia, es decir este deja de ser lector pasivo para convertirse en lector
cómplice, esto es precisamente lo que sugiere la novela de Sabato, ya que el
narrador protagonista a través de un monólogo describe no solo la acción sino
también su propio pensamiento.
Juan
Pablo Castel, el protagonista, se
presenta como el asesino de María Iribarne y a medida que avanza la narración,
en primer lugar justifica su confesión aludiendo su propia vanidad y el deseo
de ser comprendido por lo menos por un lector; luego revela cómo fue el primer encuentro entre él y
la mujer de quien se enamora, su
relación y el desenlace de su romance en una trágica escena del crimen.
Castel
es un antihéroe típico, un individuo a quien le importa un bledo la opinión y la justicia de los hombres, se trata de un sujeto perturbado por sus
propias convicciones, de un pintor que
odia a los críticos de su obra y se obsesiona con una mujer que se fija en un
detalle de su cuadro ignorado por los demás.
El
tercer capítulo es uno de los más atractivos ya que desde esta parte de la
novela se encuentra una pista que conecta el final de la historia. El detalle
que la hasta entonces desconocida mujer observa en el cuadro de Castel es
precisamente la escena de una playa solitaria con una mujer que miraba el mar.
A partir de ese hecho, Castel concibe a María como un ser excepcional que ha
comprendido su pintura, por eso de avoca a buscarla hasta dar con ella. Este detalle se vuelve real en el capítulo
veintisiete, luego de que Castel y María se desembarazan de Hunter y Mimí para
retirarse a la playa, entonces María se convierte en la mujer solitaria del
cuadro mirando el mar, y es cuando Castel se da cuenta que también ella es un ser lleno de fealdad e insignificancia
capaz de cosas innobles pues le manifiesta que no es la primera vez que
estando casada se involucra así con un hombre. Castel se da cuenta que la odia hasta el punto de
querer matarla ahí mismo, porque esa revelación hace que el velo con que se
cubría María cayera mostrando su fealdad confesada de ser la esposa adúltera de
un ciego, la incestuosa amante del primo y su propia musa. Más tarde Juan Pablo se da cuenta que también Hunter se suma a la lista de amantes
de la horrible María Iribarne, y enloquece. Luego Castel comprende que está solo y que el túnel de María junto al
suyo nunca existió pues mientras él transcurría
su vida en un pasadizo con ventanas a las que se asomaba para conocer el
mundo, María bailaba despreocupadamente a lo lejos. Juan Pablo Castel se sintió infinitamente más solitario y volcó su
frustración en un violento ataque
empuñando un cuchillo en el pecho y vientre de María.
Si
se busca una explicación para este desenlace, la respuesta podría ser que el
ser humano, según el psicoanálisis de Freud, tiene la pulsión de la muerte que
procura primero en la autodestrucción —en tal caso Castel pasó varios días en
un limbo de embriaguez que terminó por oscurecer su visión del mundo, este
adormecimiento voluntario de la razón refleja el deseo de la renuncia a la
vida, anulando la percepción del mundo por medio del alcohol— luego esta
pulsión se convierte en un violento deseo de destrucción, así Castel
decide acabar ya no con la propia vida
sino con la causa del sufrimiento, en tal caso personificada por María
Iribarne.
De
la lectura de El túnel, se concluye
que la nueva novela latinoamericana además de romper con los cánones de ficción
vinculada a una razón social; desarrolla
un universo temático desligado de motivos sociales o políticos anteriores donde
la Literatura era un vehículo para la formación de la idea de nación o la defensa de un grupo particular de individuos
para dar lugar a la exploración subjetiva
de la existencia del ser humano y este es el nuevo motivo de la narrativa de
autores como Bioy Casares y Ernesto Sabato, en tal caso la novela de este admirable escritor
argentino le permite al lector una interiorización de su propia conducta para
descubrir los motivos de muchos actos que parecen irracionales.
Biografía
Sabato,
Ernesto: El túnel, Editorial Seix Barral S. A. Barcelona, 1948
Veriravé, Alfredo: Literatura hispanoamericana. Editorial
Kapelusz, Buenos Aires
viernes, 7 de junio de 2013
Viceversa: Benedetti
Tengo miedo de verte
necesidad de verte
esperanza de verte
desazones de verte.
Tengo ganas de hallarte
preocupación de hallarte
certidumbre de hallarte
pobres dudas de hallarte.
Tengo urgencia de oírte
alegría de oírte
buena suerte de oírte
y temores de oírte.
o sea,
resumiendo
estoy jodido
y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y también
viceversa.
necesidad de verte
esperanza de verte
desazones de verte.
Tengo ganas de hallarte
preocupación de hallarte
certidumbre de hallarte
pobres dudas de hallarte.
Tengo urgencia de oírte
alegría de oírte
buena suerte de oírte
y temores de oírte.
o sea,
resumiendo
estoy jodido
y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y también
viceversa.
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